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domingo, 14 de julio de 2002

VIA FERRATA DELS RACONS Y VIA FERRATA CANAL DEL GRAU

Localización: Roc del Quer. Pirineo andorrano.
Localidad de acceso: Canillo.
Inicio y final: Canillo.
Punto más bajo: 1.510 metros.
Punto más alto: 1.745 metros.
Duración: 10' aproximación - 2h Racons - 50' Canal del Grau - 35' descenso.
Cartografía: Editorial Alpina. Andorra. 1:40.000

El intrépido grupo de María, Dani, Jorge, Juan y Willy (o sea yo) nos dirigimos en esta ocasión al pueblo de Canillo para hacer un par de ferratas del Roc del Quer. Es un sector con cuatro itinerarios y nosotros vamos a hacer dos itinerarios que se pueden enlazar en una única y larga actividad: la ferrata Dels Racons y la ferrata de la Canal del Grau.
Antes de nada tengo que avisar que ambas ferratas han sido cerradas y reabiertas varias veces. La ferrata Racons tiene su inicio en plena zona de desprendimientos de rocas. De hecho para entrar a la vía tenemos que pasar por la zona de las mallas metálicas que protegen la carretera de desprendimientos como podréis ver luego en la primera foto. Y en la ferrata de la Canal del Grau un desprendimiento ha destruido el puente tibetano final y en el momento de escribir este post desconozco si ya ha sido reparado. Por eso recomiendo que si tenéis la intención de hacer una de estas dos ferratas os informéis antes de su estado en Canillo o en el teléfono de Comú de Canillo - 751036, el prefijo de Andorra es +376. Si las ferratas están cerradas podéis hacer en este mismo sector otras dos ferratas: la Directísima al Roc del Quer y la Canal de la Mora.
Si Racons y Grau están abiertas y las hacéis, seguro que no os defraudarán. Son dos ferratas muy distintas. La Racons es físicamente muy dura. De todas las que he hecho en Andorra es sin ninguna duda la más exigente físicamente (la ferrata Sant Vicenç d'Enclar tiene un largo desplome final muy duro, pero la Racons es aún más dura). La ferrata de la Canal del Grau no es tan dura físicamente, pero es tremendamente elegante en su itinerario y disfrutona en su ejecución con una gran variedad de pasos.
La ferrata Dels Racons salva un desnivel de 200 metros y la parte equipada tiene una longitud aproximada de 400 metros. No tiene puentes, ni tirolinas, ni hace falta cuerda. Pero tiene dos desplomes, el segundo de ellos, al final de la vía, bastante explosivo y expuesto. La fatiga acumulada en los brazos durante toda la ferrata hace que ese desplome final sea bastante brutal. Además de los desplomes la exigencia física de la vía es bastante mantenida. Hay zonas donde apenas hay presas, hay zonas donde se progresa tirando de brazos usando cadenas y hay otras zonas donde las presas están muy separadas. Cierto es que en todas esas zonas con poca o ninguna grapa, hay buenos agarres naturales. La vía está muy inteligentemente equipada usando siempre que se puede la roca natural. La dureza de la vía hace que no sea en absoluto una vía para iniciar a novatos, que no sea nada recomendable meter a niños y donde los bajitos lo vamos a pasar peor en algunos pasos de agarres alejados. Es decir, es una vía cojonuda para disfrutar y exigirnos a tope. Lo único malo de esta vía es que paisajísticamente no es nada del otro mundo.
Desde el final de la Racons cogemos un sendero descendente hacia el camino del Grau. Perdemos algo de altura hasta que llegamos al inicio de la segunda ferrata.
La ferrata del Canal del Grau no es tan exigente físicamente pero es muy, muy divertida. Salva un desnivel de 90 metros y el tramo equipado tiene una longitud de 350 metros. No tiene desplomes ni tirolinas, pero tiene 2 puentes. La cuerda es opcional porque aunque el regreso se puede hacer todo por sendero, también existe la opción de bajar por una sucesión de 7 rápeles. La vía empieza en una travesía equipada sólo con cadenas que nos lleva hasta el fondo de la canal, un puente colgante nos deposita en la pared al otro lado de la canal, subimos esa pared equipada usando mucho agarre natural, y luego descendemos hacia el puente final por una zona en la que sólo se ha equipado agarre para las manos y no para los pies. Una gozada de vía. Variada, emocionante, técnica y en un entorno más agraciado que la ferrata previa. Sin ser físicamente tan dura como Racons, tampoco es una vía que yo recomiende ni para iniciación ni para hacer con niños.
Para empezar la ferrata tenemos que ir por la CG-2 dirección Francia hasta el pueblo de Canillo. Recomiendo aparcar en el pueblo aunque eso implique andar un poquito más, pero no aparcar en la zona de aparcamiento del restaurante "Cantina dels Racons" porque algunos coches ya han sufrido desperfectos vandálicos. Avisados estáis. Desde el pueblo retrocedemos andando por la carretera unos 250 metros hasta que en el lado derecho vemos el panel informativo de la ferrata y unas escaleras por las que entramos de lleno en el itinerario.

El principio está equipado con cadenas y transcurre por plena zona de desprendimientos. Detrás de mí podéis ver las mallas metálicas que impiden que los desprendimientos lleguen a la carretera. En esta zona mejor volar todo lo rápido que podáis. Por si acaso.

Pronto la vía empieza a subir y a ganar en dificultad física y técnica.


Un breve respiro antes del siguiente tramo.

Una breve travesía antes de una fuerte y exigente subida.


Dani en la pared en un paso técnico equipado con cadena.

Jorge, Juan y yo divirtiéndonos en la subida.

Con los brazos ya castigados nos vamos aproximando al final de la vía. 

Antes del desplome final hay una serie de pasos en los que los agarres están separados y tendremos que usar una buena dosis de esfuerzo o una buena técnica.

La cabecera del grupo entrando en el desplome final. No hay foto en mitad del desplome porque no hay narices a pararse en mitad de la subida a hacer fotos jajaaja.

Los pasos más complicados para los que somos bajitos María siempre los ha solucionado con una elegantísima técnica que siempre me ha alucinado. Máquinaaaaaaa...

Como decía al principio, del final de la Racons cogemos un sendero que desciende hasta que llegamos al inicio de la Canal del Grau. Todo el inicio de esta ferrata transcurre en travesía por una pared equipada sólo con cadenas.

Vía muy divertida en la que las cadenas del principio también nos exigen tirar de brazos en algún punto.

La travesía nos va acercando hacia el fondo de la canal para cruzar por aquel puente.

El trazado de la vía es superentretenido.

Juan, el guardián del puente: ¡el puente es mío y por aquí no pasas! ¡uuuuhhhhh!!! jajajajaja

Yo cruzando el puente mientras Juan y Jorge ya me están esperando en la pared.

Me encantan estas dos fotos. María y Dani en mitad de la pared antes del puente. Visto de frente la sensación de verticalidad es la leche.


Dani superando la pared que hay después del puente.

Mi foto favorita de esta ruta. Dani superando con gran destreza una travesía vertical en la que no hay más apoyo para los pies que la propia roca.

Aunque no hay foto, poco después de esa travesía, que va bajando hacia el suelo, llegaríamos al puente tibetano final de unos 3 metros de largo y se concluye esta preciosa ferrata. Desde ahí volvemos al coche en un agradable paseo por el Camí del Grau.
La combinación de estas dos ferratas es una actividad muy completa y entretenida. Hay desplomes, puentes, pasos de cadenas, muchos pasos con agarres naturales, pasos que necesitan buena técnica, verticalidad, exposición, mucho sudor e infinita diversión.
No lo dudéis. Informaros previamente y, si las dos ferratas están abiertas, ir corriendo a hacer la combinada de la ferrata Dels Racons y la ferrata de la Canal del Grau en el Roc del Quer de Canillo.

sábado, 13 de julio de 2002

VIA FERRATA BONY D'ENVALIRA

Localización: Grau Roig de Grandvalira. Clots de la Menera. Pirineo andorrano.
Localidad de acceso: El Pas de la Casa.
Inicio y final: Aparcamiento de El Grau Roig. (ruta circular)
Punto más bajo: 2.080 metros.
Punto más alto: 2.683 metros.
Duración: aproximación 1h 15' - ferrata 2h 30' - descenso 1h 30'.
Cartografía: Editorial Alpina. Andorra. 1:40.000

Subir a la cumbre del Bony d'Envalira (2.683 mts.) por su espectacular ferrata. Ese es el objetivo en esta actividad que nos proponemos María, Dani, Jorge, Juan y yo. Es una de las ferratas más divertidas y espectaculares de Andorra, y teniendo en cuenta el nivelón de las ferratas andorranas eso es decir mucho. Tengo que avisar que desde 2014 la ferrata del Bony d'Envalira está cerrada por un fuerte desprendimiento de rocas que afectó al equipamiento de la vía. No tengo muchos datos, pero creo que actualmente se está a la espera del informe de un geólogo y en función de ese informe ver si se repara la vía y si se reabre o no.
Primando siempre la seguridad de la gente, espero que las circunstancias permitan volver a abrir la vía porque es una auténtica pasada. 
Al margen de Dolomitas, la vía ferrata del Bony d'Envalira es sin ninguna duda la ferrata en la que he sentido más sensaciones alpinas y más he disfrutado de todas las que he hecho. Hay muchas ferratas tremendamente espectaculares que suben una pared, un espolón rocoso o un diedro y que acaban en una cornisa o un collado. Pero esta ferrata tiene dos cosas que la hacen diferente: la primera es que no está a pie de carretera, si no que hay que hacer una aproximación de más de 1 hora en subida constante atravesando una pedrera. Y la segunda, que esta ferrata es un itinerario de ascensión a la cumbre de un pico. Estos dos hechos y el entorno en el que se ubica, le da a esta ferrata un gusto alpino disfrutón que no tienen muchas de las ferratas de la península.
Así que para allá nos dirigimos los cinco maquinones, jejejeje.
Contando aproximación y descenso, el itinerario tiene aproximadamente 6 kms y salva un desnivel positivo de 600 metros. La parte equipada tiene una longitud de unos 325 metros y salva un desnivel de casi 300, lo que lo convierte en una vía bastante vertical. No tiene desplomes, no tiene puentes y no es necesaria cuerda. Pero aún así yo no la consideraría una vía de iniciación. Es necesario estar en buena forma porque tiene una aproximación mucho más larga de lo habitual, un descenso aún más largo, salva un desnivel importante y además en muchos puntos de la vía se progresa siguiendo agarres y presas naturales sin grapas, clavijas ni cadenas. No es superdifícil pero desde luego no es de iniciación.
Por último decir que, aunque se puede hacer en cualquier época, lo aconsejable es hacerla en verano porque en invierno muchas de las canales por las que discurre la vía están completamente tapadas por la nieve así como el cable de vida.
Para llegar tenemos que coger en Andorra la carretera CG-2 en dirección a El Pas de la Casa y antes de llegar al Port d'Envalira desviarnos a la derecha al aparcamiento del Grau Roig. Hay dos aparcamientos pero el de abajo no siempre está abierto. Imagino que dependerá de la época del año y del horario. Si aparcáis en el de abajo informaros bien de los horarios de la barrera no vaya a ser que os quedéis encerrados. En cualquier caso después de aparcar tenéis que echar a andar en dirección al restaurante El Piolet, el cual tenemos que pasar dejándolo a nuestra izquierda. Hay que seguir el telearrastre de "El Clot", luego seguir la pista "Coma 1" y a continuación cogemos decididamente la pista "Coma 3" en dirección este. Cuando la pista se bifurca en dos tenemos que ir a la derecha recorriendo la pedrera y aproximándonos a la pared. Iremos siguiendo marcas de pintura amarilla y las marcas VF (vía ferrata). La vía no se ve mucho desde lejos así que hay que ir atentos para identificar el cable y dirigirnos hacia él. Pero vamos, con un poco de soltura en orientación no tiene mucha complicación encontrar la vía. Por cierto, toda esta larga y pedregosa aproximación es cueeeeeesta arriba, jejeje.


(Tengo que avisar de que los portadores de las cámaras iban justo delante y detrás de mí, con lo que parece que me hayan hecho un reportaje fotográfico personalizado, jajajaja pero no es afán de protagonismo. Palabra. jajaja)
De izquierda a derecha Dani, María, Jorge, yo y Juan. Detrás el Bony d'Envalira.

La ferrata empieza en un diedro inclinado...

...espectacular...

...que gana verticalidad y altura muy rápidamente.

Jorge es un crack haciendo fotos artísticas jajajaja.

¿Alguna grapa un poco alejada quizás?

La ferrata es una sucesión de diedros y canales.

Vertical y espectacular.



Dani robándome protagonismo...grrrrrrr...jajajajaja.

Muy, muy divertida.

Dani y yo en la primera travesía.

Por allí viene María. La altitud ya va siendo considerable.

Entramos en una nueva canal.

Donde se usan muchas presas naturales.


María y Juan saliendo de la canal.

Y segunda travesía...

...nos conduce a la parte más aérea de la vía.

Una divertidísima canal que combina grapas con muchos pasos con presas naturales.

La sensación alpina es una pasada. Se disfruta mucho mucho.

Algunos pasos más exigentes me dejan esa cara, jajajaja.

Y acto seguido de la canal llegamos al muro final. Muy largo, vertical, aéreo y expuesto, es una chulada con algún paso complicado pero muy bien protegido.

Dani en la mitad del muro.

La entrada al muro es una diagonal a derechas.

Allá estoy ya en mitad de la pared siguiendo a Dani.

Y detrás de mí ya viene Jorge. Coño que rápido es el tío.

Como yo tengo un vértigo galopante, Dani me va cantando los pasos más complicados jajajajaja graciasssss
Espectacular foto.

María y Juan se disponen a atacar el muro después de salir de la canal.

Y salimos del muro. Se acabaron las complicaciones técnicas. Ya prácticamente estamos en cumbre.

María saliendo del muro con su espectacular sonrisa. La metes en un muro del copón y sale sonriendo...y yo con unos profundos resoplidos que me produce el vértigo que se oyen desde Francia, jajajaja.

Cumbre. Impresionante. Bony d'Envalira 2.683 metros. Jorge tiene un estilazo increíble posando jajaja.

Todo el grupo en la cumbre. Divertidísima y emocionante actividad en la mejor compañia.

Para el descenso continuaremos un poco la arista y seguiremos unos hitos hacia la derecha en dirección suroeste que nos llevarán hasta una pista por la que va el GR-7 y de ahí sin mucha complicación llegaremos al aparcamiento.

Poco más puedo añadir que no haya dicho ya. Vía ferrata impresionante y divertida sin ser técnicamente complicada ni tampoco fácil. Constante ambiente alpino y soledad casi garantizada.
De todas las ferratas que he hecho en Andorra esta es sin duda mi favorita. Así que si finalmente vuelven a abrir la vía y arreglan todo el equipamiento que rompió el desprendimiento, recomiendo enérgicamente la vía ferrata del Bony d'Envalira.